Manuel Rivera nació en 1927 en Granada. Tras una primera formación académica conoció el informalismo y los movimientos artísticos mas avanzados lo que le llevó a una búsqueda en la que acabó sustituyendo los materiales pictóricos tradicionales de óleo y lienzo por otro material al descubrir en 1956 la tela metálica y sus posibilidades estéticas, convirtiéndola en su seña de identidad.
En 1957 participó en la fundación del grupo El Paso con otros pintores, escultores y críticos. Con este grupo se consolidó el Informalismo en España.
En su trayectoria artística comenzó utilizando un solo plano en sus cuadros. Sujetaba las telas metálicas a bastidores de madera o aluminio. Pronto descubrió que utilizando dos planos daba movilidad al cuadro y los espacios se multiplicaban. En 1959 introdujo un tablero de madera como soporte para fijar las mallas metálicas y a comienzos de la década de los años 60 fue introduciendo paulatinamente el color en sus cuadros que hasta entonces se limitaban al blanco y al negro.
Su producción, de contenido unas veces mas lírico otras mas dramático, continuó evolucionando hacia planteamientos mas constructivistas .
“Tengo una materia en mis manos que sin dejar de ser materia me permite jugar constantemente con el espacio y la luz” dijo el artista. Y explicaba “ No busco simplemente un equilibrio de formas y colores . Necesito algo más. Partir de una idea lírica o de un dolor, de una emoción”.
Manuel Rivera falleció en Madrid en 1995. Su obra, reconocida internacionalmente, está presente en numerosos Museos y Colecciones como el MOMA y el Guggenheim de Nueva York, la Tate Gallery y el British Museum de Londres, el Museo Reina Sofía, el Museo de Arte Moderno de París, el Stedelijk Museum de Amsterdam, entre otros muchos.
Hablar de Manuel Rivera (Granada, 1927-Madrid, 1995) es hablar de sus omnipresentes telas metálicas y de la voluntad de un grupo de artistas españoles que a mediados del siglo XX introdujeron en España el arte abstracto y el informalismo. Es, en definitiva, una alusión obligada a la creación del grupo El Paso, del que Rivera fue cofundador.
Su éxito fue inmediato. En 1962, el MOMA neoyorquino o el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid ya habían incorporado obras de Rivera a sus colecciones. Series como Metamorfosis, Oráculos o Espejos, en que el movimiento y la posición del espectador permiten modificar la propia visión de la obra y reconstruirla a capricho del público, pertenecen a su época dorada.